Entre uno de los métodos preferidos está el de los posos de café. Con solo sacar los posos del café de la cafetera a diario, y depositarlos sobre el desagüe de la instalación que desprenda los malos olores, los residuos de este producto irán poco a poco arrancando las costras de suciedad producidas por los restos orgánicos. Puede que este procedimiento no sea lo bastante fuerte, por lo que habrá que echar mano de otros más contundentes.
Es el caso de la técnica que se realiza con levadura química, vinagre y agua caliente con sal. La levadura química se echará en una cantidad más bien escasa, no más de medio vaso. El sumidero o desagüe deberán estar libres de encharcamientos, pues este método solo funciona en seco. Después de que hayamos echado este producto, echaremos el vinagre, también una cantidad de medio vaso. Cuando se asocian los dos productos, la efervescencia originada dará lugar a una progresiva degradación de las incrustaciones en las tuberías. Hay que dejar pasar un tiempo suficiente, unos 15-20 minutos, antes de realizar el vertido de agua caliente con sal, unos 3 o 4 l. Si no se produjese el desatasco o los malos olores continuasen, habría que contactar con personal profesional.
